Comencemos cortando finamente la cebolla y el ajo en trozos pequeños. La clave aquí es la eficiencia, ya que nuestro objetivo es ahorrar tiempo sin sacrificar el sabor. En una sartén amplia pero no muy profunda, calentamos una cucharada de aceite de oliva a fuego medio. Añadimos la cebolla y el ajo, cocinándolos durante unos 5 minutos hasta que la cebolla comience a dorarse. Elegir una sartén adecuada es importante, ya que cocinaremos todo junto y no queremos agregar demasiada agua después.

Sin perder tiempo mientras la cebolla y el ajo se cocinan, rallamos finamente una zanahoria y cortamos los tomates en cubos. Agregamos sal y las especias a la sartén con la cebolla y el ajo, mezclamos y luego incorporamos la zanahoria y los tomates. Cocinamos durante unos minutos adicionales, solo lo suficiente para que los tomates se ablanden un poco y todos los ingredientes se integren.

Añadimos la pasta y suficiente agua a la sartén con los vegetales para asegurarnos de que toda la pasta esté cubierta por el líquido.

Llevamos todo a fuego alto y esperamos a que el agua, junto con los vegetales, comience a hervir. Esto garantizará que tanto la salsa de tomate como la pasta se cocinen a la perfección. Una vez que el agua comienza a hervir, reducimos el fuego, pero mantenemos la temperatura alta. No olvides revisar y revolver la pasta cada 3 minutos y asegurarte de que siempre haya suficiente líquido para la cocción. La pasta tomará unos minutos más que el tiempo indicado en el paquete, alrededor de unos 15 minutos. Cuando la pasta esté casi lista, no añadas más agua y aumenta la temperatura del fuego hasta lograr la textura de salsa deseada, ya sea más líquida o más espesa.

Sirve tu pasta y disfruta. Puedes acompañarla con tofu, falafels o levadura nutricional para agregar proteínas a esta deliciosa receta de pasta vegana. ¡Buen provecho!